lunes, 22 de febrero de 2010

Los ojos de Dios "vistos" desde lo alto en nuestra Provincia Independencia





Nuestra fronteriza provincia, en el suroeste de la República Dominicana, tiene bellezas incomparables.

Amén del legendario lago Enriquillo que comparte sus aguas con la de Bahoruco, lago el más grande de las Antillas; está el lago domínico-haitiano de El Fondo o Etang Saumatre (aunque la soberanía de sus aguas corresponde a Haití por convención, una parte de él está de nuestro lado al ser dividido en dos por la línea fronteriza).

En los valles intramontanos de la sierra de Bahoruco, corren manadas de caballos salvajes hermosísimos.

Múltiples especies de orquídeas endémicas, en este reducto que fuera del cacique Enriquillo, deleitan el espíritu.

Todavía piaras de puercos cimarrones, entre pinares chillan en estas alturas a los cuatro vientos. Y las cotorras anidan y saludan a la Madre Natura con su incesante "parloteo".

El cielo de la provincia Independencia no tiene parangón para alcanzar el éxtasis.

La Surza de Vengan a Ver, el Monumento a los Héroes de El Cantón de Las Baitoas,y el río Las Damas del propio Duvergé, respectivamente; Las Azufradas y Las Barías de La Descubierta; los petroglifos taínos de "Las Caritas" de Postrer Río; el balneario de Boca de Cachón de Jimaní; la escultura del inmenso cacique Enriquillo en La Colonia de Mella; son otras de nuestras tantas bellezas o variados patrimonios históricos en nuestra provincia Independencia donde nace el apetecible yon-yon.

Si subimos a "Los Pinos del Edén" y contemplamos los dos lagos enunciados aquí, estaremos viendo "los ojos de Dios".

Es indescriptible tanta belleza.

Gracias a Dios por dárnosla.

iAleluya!
Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.